Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://aroneiwa816719.blogolenta.com/35596701/revelaciones-sobre-el-cabezazo-de-zidane-a-materazzi